domingo, 13 de marzo de 2011

Con la cara lavada


Hoy me he levantado contenta, con mucha ilusión, muy serena, deseosa de conocer el día que se presenta ante mis ojos. No tengo prisa, me asomo a la ventana para vislumbrar el tiempo que hace. Tengo un dilema: ¿Me ducho antes o después de desayunar? ¡Ojalá todos los problemas de la vida fueran así! Decido ducharme, tranquilamente, me visto con un atuendo cómodo, para seguidamente disfrutar de un buen desayuno mientras dibujo en mi mente lo que sería para mí un día perfecto y... me decido llevarlo a cabo.
Salgo a la calle y miro al cielo esperando que los rayos del sol se posen en mi cara pálida, recién lavada, pero mi gozo en un pozo, pues no es así. Llueve. Qué gustazo pensar: "Día sin planes ¿Qué hago?" después de una semana dura, acogida a horarios y obligaciones.
Voy a disfrutar de este momento...

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