martes, 22 de febrero de 2011

Los sueños sueños son.


¡Hola amigos! Se que he tenido un poco abandonado mi blog, sin embargo, espero que durante mi ausencia, mis entradas anteriores les hayan sido de gran utilidad.

Con el blog me está pasando algo parecido a lo que te suele pasar con un viejo amigo al que no ves. Ese amigo en el que siempre piensas y que te dices a ti misma cada dia "de hoy no pasa y le llamo", y van pasando los dias, las semanas, y los meses y sigues sin llamar, pero con la idea en la cabeza, y al final, cuando te decides, no sabes ni qué decirle. Pues eso mismo me pasa con mi blog, pues muchas veces por falta de tiempo, otras por pereza... o simplemente por falta de ideas no me decido a trazar unas letras.

Hoy voy a hacerlo para contaros un sueño que se me repite con bastante asiduidad. Esta mañana me he levantado sobresaltada. Corría, y mientras más corría, más angustia sentía pues quería alcanzar algo con todas mis fuerzas y de ninguna de las maneras podía. Y ya ven, sin haberlo pensado, me ha salido un pareado. Tenía la extraña sensación de que quería moverme y no podía, quería gritar y... tampoco. Hasta que al final logré gritar y moverme quedándome aliviada, pero realmente me encontré en una situación en que no sabía con certeza si estaba dormida o despierta. Raro pero cierto.

He intentado informarme un poco al respecto leyendo, entre otros libros, el famoso Interpretación de los sueños de Sigmund Freud, y todos coinciden en que correr es un sueño bastante común, ya sea para prevenir alguna desgracia o para huir de un peligro, pero o no logramos avanzar, o el camino se haya cortado o aparecen abismos, u otros obstáculos que hay que superar. Si corres para escapar del peligro significa que vas a tener muchos problemas y vas a estar muy ocupado intentando resolverlos. Comentan que estos sueños, y doy fe de ello, suelen ir acompañados de una gran sensación angustiosa, y que reflejan una gran sensación de incertidumbre, miedos exagerados o estados de agotamiento nervioso. Y aconsejan que en caso de presentarse este sueño lo más prudente sería vigilar la salud, tanto física como emocional, cosa que no creo que sea necesario, pero en fin..., eso dicen.

La concepción de la vida como un sueño es muy antigua: existen referencias en el pensamiento hindú, en la mística persa, en los budistas, así como en la tradición judeo cristiana y en la filosofía griega. Según Platón, el hombre vive en un mundo de sueños, de tinieblas, cautivo en una cueva de la que sólo podrá liberarse tendiendo hacia el Bien. Únicamente entonces, el hombre desistirá de la materia y llegará a la luz.

Me gustaría citar la obra La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca, en la que el influjo de esta concepción platónica es evidente. Segismundo, en un principio vive dentro de una cárcel, de una caverna, donde permanece en la más completa oscuridad por el desconocimiento de sí mismo, y sólo cuando es capaz de saber quién es, consigue el triunfo, la luz. Como veo que ya me estoy yendo un poco por las ramas, voy a terminar esta entrada con un fragmento que me encanta de la citada obra:

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado
y soñé que en otro estado
más lisonjero me ví
¿Qué es la vida? Un frenesí
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es tan pequeño:
que toda la vida es sueño
y los sueños, sueños son.