viernes, 28 de junio de 2019

Al otro lado

          Siempre he pensado que el año debería comenzar en septiembre, ya que es el mes en el que empiezas nuevos estudios, nuevas academias, nuevos proyectos, actividades... comparando "el año" con el curso escolar.
          Este "año", por lo tanto, lo termino con una satisfacción enorme, satisfecha por haber cumplido un sueño anhelado desde siempre.
          Empecé el "año" (curso) con el miedo que acecha a todo inexperto o inexperta en cualquier materia, miedo a lo desconocido, a la primera vez, miedo al fracaso, miedo a no "dar la talla", miedo a no saberme exlicar, a no hacerme entender, incluso miedo a pensar que mis alumnos pudieran saber más que yo...
          Sin embargo, llegué al IES San Isidoro, y me topé con gente que cambió mi concepción de la enseñanza, gente maravillosa que me ayudaron infinitamente, generosas, sin pedir nada a cambio que con un simple comentario, broma o mirada, sin ellas saberlo, me estaban tendiendo una mano.
          Poco a poco, me fui dando cuenta de que los conocimientos que yo tenía, y que creía olvidados, estaban ahí, y gracias a la lectura, y a pasar horas y horas formándome, pude llegar a sobrepasar ese límite y verme al "otro lado", al lado de la "profesora" y no de la "alumna". Llegar a creerme ese rol me ha costado mucho, incluso todavía no me lo llego a creer, y pensar que ahora estoy al "otro lado" es una utopía que dejó de serla, pues se ha hecho realidad.
          Día a día, semana a semana, mes a mes... he ido a trabajar sin pensar que fuese un trabajo, ya que iba a realizar lo que más me gusta, lo que siempre quiese hacer: enseñar y ayudar a aprender. Y el "año" ha pasado volando sin apenas darme cuenta, ahora llegan las vacaciones y por primera vez puedo decir que no las quiero, pues ir al instituto era una gran satisfacción cada mañana.
          Estoy feliz porque ya he roto el hielo y he sido capaz de superar esta nueva aventura, ahora solo queda esperar expectante y con muchísima ilusión mi nuevo destino para e nuevo curso, que será igual o peor, pero mejor, imposible.