Soy un libro abierto
jueves, 9 de abril de 2020
VALORAR
Como un tsunami, a la
velocidad del rayo, ¡de un día para otro! Nos hemos visto inmersos en una
situación que nunca hubiéramos imaginado, ni en las mejores películas se traman
argumentos con tanta intriga, angustia y desesperación.
Estamos acostumbrados a
decir “la salud lo es todo”, “la salud es lo primero”, “la salud es lo más importante”
… pero hasta que no te sacude una desgracia, una muerte cercana, familiar,
parece que no va contigo, es como una frase hecha, como si fuese la teoría,
pero esto es la práctica.
viernes, 28 de junio de 2019
Al otro lado
Siempre he pensado que el año debería comenzar en septiembre, ya que es el mes en el que empiezas nuevos estudios, nuevas academias, nuevos proyectos, actividades... comparando "el año" con el curso escolar.
Este "año", por lo tanto, lo termino con una satisfacción enorme, satisfecha por haber cumplido un sueño anhelado desde siempre.
Empecé el "año" (curso) con el miedo que acecha a todo inexperto o inexperta en cualquier materia, miedo a lo desconocido, a la primera vez, miedo al fracaso, miedo a no "dar la talla", miedo a no saberme exlicar, a no hacerme entender, incluso miedo a pensar que mis alumnos pudieran saber más que yo...
Sin embargo, llegué al IES San Isidoro, y me topé con gente que cambió mi concepción de la enseñanza, gente maravillosa que me ayudaron infinitamente, generosas, sin pedir nada a cambio que con un simple comentario, broma o mirada, sin ellas saberlo, me estaban tendiendo una mano.
Poco a poco, me fui dando cuenta de que los conocimientos que yo tenía, y que creía olvidados, estaban ahí, y gracias a la lectura, y a pasar horas y horas formándome, pude llegar a sobrepasar ese límite y verme al "otro lado", al lado de la "profesora" y no de la "alumna". Llegar a creerme ese rol me ha costado mucho, incluso todavía no me lo llego a creer, y pensar que ahora estoy al "otro lado" es una utopía que dejó de serla, pues se ha hecho realidad.
Día a día, semana a semana, mes a mes... he ido a trabajar sin pensar que fuese un trabajo, ya que iba a realizar lo que más me gusta, lo que siempre quiese hacer: enseñar y ayudar a aprender. Y el "año" ha pasado volando sin apenas darme cuenta, ahora llegan las vacaciones y por primera vez puedo decir que no las quiero, pues ir al instituto era una gran satisfacción cada mañana.
Estoy feliz porque ya he roto el hielo y he sido capaz de superar esta nueva aventura, ahora solo queda esperar expectante y con muchísima ilusión mi nuevo destino para e nuevo curso, que será igual o peor, pero mejor, imposible.
Este "año", por lo tanto, lo termino con una satisfacción enorme, satisfecha por haber cumplido un sueño anhelado desde siempre.
Empecé el "año" (curso) con el miedo que acecha a todo inexperto o inexperta en cualquier materia, miedo a lo desconocido, a la primera vez, miedo al fracaso, miedo a no "dar la talla", miedo a no saberme exlicar, a no hacerme entender, incluso miedo a pensar que mis alumnos pudieran saber más que yo...
Sin embargo, llegué al IES San Isidoro, y me topé con gente que cambió mi concepción de la enseñanza, gente maravillosa que me ayudaron infinitamente, generosas, sin pedir nada a cambio que con un simple comentario, broma o mirada, sin ellas saberlo, me estaban tendiendo una mano.
Poco a poco, me fui dando cuenta de que los conocimientos que yo tenía, y que creía olvidados, estaban ahí, y gracias a la lectura, y a pasar horas y horas formándome, pude llegar a sobrepasar ese límite y verme al "otro lado", al lado de la "profesora" y no de la "alumna". Llegar a creerme ese rol me ha costado mucho, incluso todavía no me lo llego a creer, y pensar que ahora estoy al "otro lado" es una utopía que dejó de serla, pues se ha hecho realidad.
Día a día, semana a semana, mes a mes... he ido a trabajar sin pensar que fuese un trabajo, ya que iba a realizar lo que más me gusta, lo que siempre quiese hacer: enseñar y ayudar a aprender. Y el "año" ha pasado volando sin apenas darme cuenta, ahora llegan las vacaciones y por primera vez puedo decir que no las quiero, pues ir al instituto era una gran satisfacción cada mañana.
Estoy feliz porque ya he roto el hielo y he sido capaz de superar esta nueva aventura, ahora solo queda esperar expectante y con muchísima ilusión mi nuevo destino para e nuevo curso, que será igual o peor, pero mejor, imposible.
miércoles, 11 de mayo de 2016
ESTE AÑO SERÁ DIFERENTE
Me
resulta muy difícil hablar de ti porque mis sentimientos abarcan más que las
palabras. Es indescriptible narrar el vacío tan grande que nos has dejado
porque dentro de tu prudencia, dentro de tu discreción, lo llenabas todo.
Ha
sido muy duro contemplar toda tu decadencia estos últimos años, observar cómo
te ibas apagando como una velita. Pero tu bondad y tu grandeza como persona
nunca decayeron porque aunque ya los últimos meses no eras “tu” siempre tenías
una palabra cariñosa o una mirada amable.
Me
enorgullece haberte tenido de abuela, cuánta gente me ha hablado bien de ti,
siempre ayudando a todo aquel que le hiciera falta.
Amante
de tu pueblo y de todas sus tradiciones y por supuesto de tu Virgen de Aguas
Santas a la que amabas inmensamente. El calendario no tenía estaciones del año, todo
giraba en torno al día de la Romería del Convento. Como tu decías: “Ea, ya van a estar aquí las navidades, y en
cuanto pasen, ya llega la Semana Santa y después el Convento, ya va a estar
aquí, ya no queda nada…”
Y
llegaba ese día y eras inmensamente felíz. Desde que te levantabas a las cinco
de la madrugada para preparar los termos de café y para organizar toda la
comida que tenían que llevarse a la caseta… Estabas en todo.
No
te faltaba un detalle, llevabas semanas pensando el vestido que ibas a ponerte,
y cada vez que íbamos a tu casa nos llevabas a tu habitación, nos abrías tu
ropero y nos enseñabas el vestido que te habías comprado: “Mira qué bonito, ¿Te gusta? Es muy fresquito y muy cómodo. Y mira los
zapatos que cómodos son…”
Eras
única abuela, lo que disfrutabas durante todo el día, y ese disfrute nos lo
transmitías a todos. Ya nada será igual.
Iremos
al Convento pero ya nada será igual sin ti aunque tú estarás allí, de eso estoy
segura. Estarás caminando delante de la carreta como siempre, con tu medalla y
tus moñitas de la Virgen colgadas al cuello, estarás escuchando la misa como
cada año, estarás en la caseta agradando a todo el mundo, cuidándonos a todos…
Cuando terminaba el día decías: “Ea ya hasta el año que viene si Dios quiere”.
Este año Dios no ha querido porque ha preferido que lo veas desde un palco
especial en el Cielo. Allí vivirás tu Convento seguro, junto al abuelo Manolito
al que tanto adorabas. Pero nosotros aquí te echaremos muchísimo de menos. Ya nada será igual...
Te queremos mucho abuela!!!
jueves, 27 de agosto de 2015
Hay que decir "Te quiero"
Si supiera que ésta iba a ser la última vez que te viera salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso, y te llamaría de nuevo para darte más.
Si supiera que ésta iba a ser la última vez que iba a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez, indefinidamente.
Si supiera que éstos son los últimos minutos que iba a verte, te diría "te quiero", y no daría por hecho que lo sabes.
Sin embargo vivimos el día a día sin valorar lo que tenemos y a quienes tenemos a nuestro lado.
Hay días en los que ni siquiera nos miramos a la cara, hay días en que los problemas entorpecen una simple mirada de cariño que quisiéramos cruzarnos, haciendo de nuestra vida una cadeneta en la que se van engarzando días y más días, y semanas, y meses, y años... y que cuando te das cuenta vas perdiendo a gente a la que quieres y darías lo que fuera por volver atrás.
El amor, el cariño, el afecto, hay que demostrarlo en el día a día, en las pequeñas cosas cotidianas.
No perdamos más tiempo, ¿Empezamos ahora mismo?
miércoles, 14 de agosto de 2013
Día vacío
Hoy es un día de esos en que ni fu ni fa.
Esos días en los que te levantas por la mañana y tu cuerpo va deambulando de un lugar a otro por la casa sin saber dónde posarte.
Tu mente se retuerce, maquina, idea alguna actividad innovadora para ir llenando las horas que irán sucediéndose en este día vacío.
Hoy es un día perfecto para poder realizar esas tareas que siempre has querido hacer y nunca has hecho por falta de tiempo.
Hoy es el día idóneo para poder cocinar esa receta que siempre quisiste hacer.
Hoy es uno de esos días buenos para quedar a tomar algo con una amiga que hace tiempo que no ves.
Ponerte a ver fotos de hace años, ver una película, ordenar documentos, leer…
Hoy es un día vacío, para poder llenarlo con lo que te apetezca. He estado ojeando por la red, producto de dicha apatía y ya hay que estar aburrida para investigar por internet cosas absurdas, como por ejemplo cuál fue el día más aburrido del siglo XX.
Y ¿Sabéis cuál fue? Fue el 11 de abril de 1954, un día en que, según un algoritmo desarrollado por científicos de Cambridge, no ocurrió nada. Aquel domingo de mediados de la década de los 50 será recordado por un curioso merito: ser el más aburrido en 100 años. A esa conclusión llegaron los científicos de la Universidad de Cambridge que desarrollaron el algoritmo True Knowledge.
Es curioso, todos los días, aunque sea un día vacío se aprende algo nuevo, jeje.
Hoy es un día para no hacer nada, que también es preciso. No voy a quedar con nadie, no voy a ver ninguna película, no voy a hacer ninguna actividad sugerente, voy a comer patatas fritas con huevos… eso sí lo voy a plasmar aquí en el blog, ya que hace mucho tiempo que no escribía por no encontrar el momento, y hoy 14 de agosto de 2013 es el momento para esto y para lo que sea.
Alguien quiere algo???
martes, 23 de abril de 2013
¡Ya ha pasado un año!
Hace mucho que no escribo en mi
blog por falta de tiempo. Me siento inmersa en una vorágine de tareas, actividades
con mis hijas, labores de hogar… que cuando me acuesto por la noche no descanso
realmente. Podría decirse que descansa mi cuerpo, pero no mi mente, ya que
empiezo a darle vueltas a la cabeza sobre lo que tengo que hacer al día
siguiente, dejar sus ropitas preparadas, pensar las cosas que tengo que comprar, organizar
el día para dejar a las niñas con los abuelos, con las titas, que no se me
olvide nada…
Así va pasando el tiempo, pasa un
día, otro, transcurre una semana, un mes… y apenas me doy cuenta.
Mi hija pequeña ya va a cumplir
un año!!! Cómo pasa el tiempo. Es increíble, me paro a pensar en ella meses
atrás y lo visualizo tan pero tan lejano!!! Es una pena que esos momentos en
que tenía un mes, tres, cinco, nueve meses… no volverán nunca más. Ya los viví,
ya pasaron, se esfumaron, que pena tan grande, no volveré a verla así tan chiquitita.
La primera vez que probó la fruta, una galleta, sus primeros pasos… cosas que
parecen insignificantes pero que con el paso del tiempo recobran mucha importancia.
Hay que intentar vivir cada
momento, cada instante a tope, aprovechando cada minuto, cada segundo como si
fuese el último que vivieras.
Cuando somos niños queremos ser
mayores. Cuando tenemos 15 años queremos tener 18, pero cuando llegas a la
mayoría de edad, quieres tener 25… y así sucesivamente hasta que llegas a los
30, que quieres volver a ser niña de nuevo, jajaja.
Hay un cortometraje precioso de
Ismael Curbelo titulado Las esperas que os invito a que lo veáis porque realmente merece la pena. www.youtube.com/watch?v=mB4ItrJIdig
Así que recordad amigos, cada minuto que pasa es único e irrepetible, aprovéchenlo, porque no volverá jamás. ¡Hasta pronto!!!
sábado, 29 de septiembre de 2012
El viaje continúa...
De nuevo se acerca el tren a
mi puerta y he de subirme para continuar el camino de mi vida, me pregunto cuál
será el destino final. De momento me subo para pararme una vez más en la
estación de Zara.
Hoy día mucha gente daría lo
que fuera por tener trabajo, sea cual sea, y yo que lo tengo, se me hace cuesta
arriba, dada mis circunstancias, tener que dejar a las peques, organizarme con
la casa… pero así es la vida.
En fin, lo que se dice
siempre, lo importante es tener salud, y en estos momentos en los que vivimos,
un trabajo, por lo tanto no me quejaré más, aunque por dentro esté temblando...
A solo dos días...
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